El negocio de las monedas crece cada vez más con el paso del tiempo, ya sea por su antigüedad, por un modelo limitado; o incluso por errores de acuñación, algunas valen mucho más que otras. Es por eso que, en el comienzo del nuevo año, hay cinco que pican en punta para aumentar fuertemente su valor.
Esta moneda es una de las más buscadas por los coleccionistas por su particular rareza. Es muy difícil encontrar una de estas en circulación porque fue una edición limitada producida sin autorización de la Casa de la Moneda. El ejemplo puntual fue que en el año 2007, un modelo igual fue subastado en una cifra cercana a los US$5 millones.
El principal motivo de la importancia de esta moneda es que fue la primera con un valor facial que emitió Estados Unidos, entre los años 1794 y 1795. El diseño posee un busto de la Dama Libertad en el anverso y un águila enmarcada por una corona al reverso y se cree que puede llegar haber hasta 200 ejemplares. El máximo fue vendido en US$6 millones.
A diferencia de la escasez de las dos anteriores, esta moneda subirá en su valor por su singularidad. Se acuñaron más de 21 millones de ejemplares y por eso su costo máximo fue de US$8.000, que igualmente no es poco para una moneda común.
Esta moneda está hecha de oro y es una de las pocas con esta condición, lo que la transforma entre las más cotizadas. En el anverso está la Dama de la Libertad sosteniendo una antorcha y una rama de olivo sobre un sol y el Capitolio de fondo, junto con 46 estrellas. El reverso posee un águila delante de un sol.
La Doble águila de Saint-Gaudens en 2019 se convirtió en la moneda más cara del mundo al ser vendida por US$19 millones.
Esta moneda producida entre 1859 y 1909, contó con más de 300.000 ejemplares y es fácil de identificar por la Dama de la Libertad que se sitúa en el anverso y la corona de laurel con la frase “One Cent” en el reverso. Su precio de cotización en 2021 alcanzó US$3.400.