Ver a Franco Colapinto con el buzo de Alpine, anuncio que sería inminente según le informaron a este diario, se explicará desde el mérito. Si no hubiera corrido como lo hizo, porque la fama y el marketing tienen que ir acompañados por buenos resultados, jamás habrían posado sus ojos en él. Ahora bien, para que se la jugaran a fondo y dejaran en stand by los corazones argentinos hizo falta la mano de un tercero. Uno que, para fortuna del pibe de 21 años, tiene alma de cazatalentos y no suele equivocarse cuando pone la lupa sobre un joven piloto: Flavio Briatore.
¿Quién es este italiano de 74 años que se pasea por el paddock de la Máxima luciendo una chomba de Alpine, le tira centros a Colapinto y tiene injerencia absoluta en las decisiones deportivas del equipo? Historia viva de la categoría, por lo bueno y por lo malo. Jefe de Benetton, que ganó dos títulos bajo su tutela, y de Renault, bicampeón durante su estadía; la mente detrás de una de las polémicas más grandes de la historia; alguien que no necesitó más que un par de carreras para darse cuenta de que tenía a un futuro campeón frente a sus ojos (le pegó en dos oportunidades) y que no quiere dejar escapar a Franco porque sabe de su pasta.
Flavio Briatore, asesor de Alpine, en el GP de Abu Dhabi. (IG)
Briatore llevó a Schumacher y Alonso a la cima de la Fórmula 1
La carrera de Briatore comenzó en 1986, cuando hizo su primera experiencia en Benetton (si se traza el linaje de Alpine, llega hasta esta escudería extinta), y desde entonces fue ganando espalda. De no ser así, no habría podido contrariar al equipo en una decisión que marcó un antes y un después en el automovilismo…
«Casi todo el mundo quería a Frentzen», recordó el tano. ¿Por quién se la jugó? Por un tal Michael Schumacher, que había corrido una sola carrera con Jordan y terminó dándole dos copas, en 1994 y 1995, y siendo heptacampeón por lo sumado en Ferrari. La escudería modista -estaba vinculada a la marca de ropa- no volvió a ser la misma tras la salida del Káiser y en el 2000 terminó siendo adquirida por Renault, pero esta confió en Flavio para continuar como jefe de equipo. Al tiempito, otra decisión crucial.
Schumacher, ya en Ferrari, con un Briatore que había sido su jefe en Benetton. (AP Photo/Thomas Kienzle)
La estructura francesa estaba en una encrucijada: ¿seguir con Jenson Button, uno de los más populares de la grilla, o apostar por Fernando Alonso, proveniente de un país sin mucha tradición fierrera? «Lo hice con Schumi y quise hacer lo mismo con Fernando, porque sabía que era un talento especial. Tomé la decisión, la responsabilidad y supe que el tiempo me daría la razón«, contó el directivo dos décadas después, cuando la historia ya había sido escrita y marcaba que el español le había dado dos campeonatos entre 2005 y 2006.
Con Alonso, Briatore volvió a hacer historia. (AP Photo/Luca Bruno)
El crashgate, la polémica más grande de su carrera
Esa es la parte linda de la historia del asesor de Alpine, rol que ocupa desde junio del 2024, pero hay una oscura por la que fue marginado de las carreras por mucho tiempo: el Crashgate, que tuvo lugar en el GP de Singapur del 2008 y consistió en que Nelson Piquet Jr. chocara adrede para favorecer a Alonso, quien acabó ganando. Por esto, Briatore terminó dejando el equipo y a la postre fue expulsado de por vida -sanción que fue levantada al año-. De vuelta en un lugar de privilegio, buscará dar con su tercer gran acierto…
Nelson Piquet –
El Crashgate, en el que Piquet Jr. chocó adrede para favorecer a su compañero
El Crashgate, en el que Piquet Jr. chocó adrede para favorecer a su compañero
En Colapinto, al que ensalzó en más de una ocasión, esta figura histórica de la Máxima ve un diamante en bruto. Uno al que pulir, darle forma y ver qué tanto brilla. Pero antes de pensar en eso, e incluso antes de que se presenten los autos y los dúos en el O2 Arena de Londres (será el 18 de febrero), hay algo de lo que estar seguros: si Briatore puso el ojo, hay por qué ilusionarse.
Se está negociando la continuidad de Colapinto en la Fórmula 1. (AP Photo/Darko Bandic)
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