Este miércoles finalizó la octava reunión de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés), el organismo encargado de tomar definiciones sobre la política monetaria de Estados Unidos. “El Comité procura alcanzar un nivel máximo de empleo e inflación del 2% a largo plazo. El Comité considera que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación están aproximadamente equilibrados. Las perspectivas económicas son inciertas y el Comité está atento a los riesgos para ambos lados de su doble mandato”, se leer en el comunicado emitido.
“Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido”, agrega el comunicado que confirmó una nueva suba de 0,25 puntos porcentuales en la tasa de referencia que se ubica en un rango del 4,25 % al 4,5%.
En conferencia de prensa, Jerome Powell, ratificó esta decisión y también sostuvo que la política monetaria se ajustará para perseguir los objetivos planteados respecto al mercado laboral y la estabilidad de precios.
Se trata de la tercer y última baja del año, que se definió a pesar de un rebote en la inflación de Estados Unidos que en el mes de noviembre aumentó a 2,8 % en la medición anual, y acumula un 2,9 % en 2024.
Powell también informó las Proyecciones Económicas del organismo, estimadas por los gobernadores de la Fed. El resultado promedio “proyecta que el nivel apropiado de la tasa de fondos federales será 3,9 % al final del próximo año y 3,4 % al final de 2026. Estas proyecciones medianas son algo más altas que en septiembre, en consonancia con la proyección de inflación más firme.”
Bajo ese contexto, el organismo también adelantó un ritmo más lento de flexibilización para 2025. Esta definición, provocó un salto del dólar y una caída en las acciones de Wall Street. A pesar de la baja en las tasas, la suba de precios enciende las alertas en los “mercados”.
En el mes de enero se dará la asunción del gobierno de Trump en la principal economía del mundo, lo que aumenta la incertidumbre sobre las medidas que finalmente aplicará y que podrían implicar modificaciones relevantes para las relaciones económicas globales. Algunos como la aplicación de aranceles a las importaciones podrían aumentar la inflación. Mientras tanto, la suba de precios en Estados Unidos continúa golpeando los salarios, y consolidando la desigualdad social que se disparó en la salida de la pandemia.
Esta inestabilidad en la primera economía del mundo, afecta a países como Argentina que por la vía del endeudamiento externo, están más expuestos a estos cambios. A pesar de la baja en las tasas de diciembre, lo que miran os analistas es lo que pase luego de la asunción de Trump. Argentina además, tiene se juega a renegociar la deuda con el FMI para lograr un nuevo desembolso de dólares que le aire y billetes para pagar los abultados vencimientos de deuda externa con el Fondo y privados que tiene por delante en 2025.
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