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martes, abril 22, 2025

La rompió en el fútbol argentino, se alejó de las canchas tras hacer llorar a un niño y terminó como empleado municipal

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Por el dolor y en búsqueda de una nueva vida, la profesión de Armando Quinteros dista de su pasión original.

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La historia del jugador que se alejó del deporte por salud. 

Hay muchas historias de ex jugadores de fútbol que, por diferentes circunstancias de la vida, terminan dejando el deporte y buscándole un nuevo propósito a su vida. Ya sea por el tiempo, la dificultad para seguir el ritmo disciplinado de los clubes o por problemas familiares, muchos abandonaron pero encontraron la manera de mantenerse dentro del círculo y seguir involucrados con su pasión.

Sin embargo, a veces la vida simplemente nos lleva a alejarnos de lo que nos hace mal. Y ese fue el caso del histórico Armando Quinteros, el tucumano que redefinió una posición en la cancha y marcó tendencia en el estilo de juego argentino, pero no pudo ser entrenador y decidió buscar una salida laboral más tranquila y lejos de la exposición pública.

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Del potrero a la Selección: la carrera brillante de Armando Quinteros que terminó con prótesis en las dos rodillas

Desde muy joven, mostró su habilidad en el potrero, lo que lo llevó a debutar en la Primera División con Atlético Tucumán a los 15 años. Su carrera despegó rápidamente, y en 1974 fue fichado por Vélez Sarsfield, donde dejó una huella imborrable. Su estilo de juego dinámico y muy ágil, acompañado por su capacidad para adaptarse a diferentes posiciones, lo convirtieron en un pionero del lateral volante en el fútbol argentino.

En 1981, Quinteros cumplió su sueño de jugar en San Lorenzo, el club de sus amores. A pesar de las lesiones que marcaron su carrera, fue una pieza clave en el ascenso del equipo a Primera División en 1982. Su dedicación era tal que jugaba infiltrado en la mayoría de los partidos, soportando dolores extremos. Estas decisiones, aunque heroicas, le pasaron factura, y hoy en día tiene prótesis en ambas rodillas.

“De los diez partidos que disputé, en ocho tuve que infiltrarme. Le llevamos un par de puntos de diferencia a nuestros perseguidores y debíamos jugar cuatro más. Entonces, seguí infiltrándome, pero a la noche, cuando llegaba a mi casa, caminaba por las paredes del dolor que tenía«, aseguró el ex jugador.

Por qué dejó todo para trabajar como empleado municipal

Tras retirarse del fútbol profesional en 1991, Quinteros intentó seguir vinculado al deporte, pero un episodio con un niño cambió su rumbo. Mientras trabajaba en el fútbol recreativo de San Lorenzo, tuvo que dejar afuera de un equipo a un chico, quien rompió en llanto.

Este momento lo llevó a reflexionar y decidir que no estaba preparado para ser entrenador. Fue entonces cuando el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, le ofreció un puesto como empleado municipal. Quinteros trabajó en la Dirección de Tránsito hasta su jubilación.

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