Todo ocurrió en inmediaciones de Las Heras y Corrientes, en el barrio Alberdi de Goya.
Un vecino divisó a un perro que llevaba en la boca un feto.
Luego de tomar conocimiento la Comisaría Tercera, lograron dar con el domicilio desde dónde había salido la mascota.
En ese contexto se dió con una joven de 17 años quien confesó que había abortado, y que tiene una pareja de 18 años.
La Policía dió conocimiento inmediato del macabro caso a la Fiscalía de Goya desde donde expresaron que, al ser legal el aborto no pueden hacer nada
Tras esto, se ordenó entregar el cadáver a los abuelos para que reciba cristiana sepultura. Presuntamente el feto tenía siete meses de gestación.