El reciente pase de Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, del PRO a La Libertad Avanza ha generado un verdadero cimbronazo en la política argentina. Este movimiento no solo ha sacudido las estructuras internas del PRO, sino que también ha desencadenado una serie de operaciones y negociaciones que han puesto en evidencia las tensiones y estrategias dentro del partido y en su relación con el Gobierno.
El anuncio del pase de Valenzuela se realizó ayer, y desde entonces, la danza de nombres y las especulaciones no han cesado. Este cambio de bando ha sido visto como una maniobra estratégica por parte de La Libertad Avanza, liderada por Javier Milei, para fortalecer su posición y atraer a más dirigentes del PRO.
Valenzuela, apadrinado por Patricia Bullrich, se convirtió en el primer intendente del Gran Buenos Aires en unirse oficialmente a las filas de La Libertad Avanza. La noticia fue confirmada al mediodía por el propio Valenzuela y por Sebastián Pareja, el principal armador bonaerense del Gobierno.
Javier Milei, quien frecuenta a Valenzuela desde la universidad, también ratificó la noticia en sus redes sociales. Este movimiento ha generado un malestar generalizado en la cúpula del PRO, especialmente entre Mauricio y Jorge Macri, quienes están preocupados por el futuro de la Capital y por la posibilidad de que más dirigentes sigan el ejemplo de Valenzuela.
El pase de Valenzuela ha sido interpretado como parte de un operativo de «carancheo» por parte de La Libertad Avanza, una estrategia diseñada para atraer a dirigentes del PRO y debilitar al partido amarillo. Esta maniobra fue cuidadosamente planificada por Milei y Valenzuela, quienes se reunieron el miércoles para ultimar los detalles.
La noticia ha generado un clima de incertidumbre y malestar dentro del PRO, con muchos de sus miembros expresando su descontento en chats internos. La situación se ha visto agravada por el reciente comunicado oficial del PRO, que criticó la ausencia del proyecto de presupuesto en la convocatoria a sesiones extraordinarias lanzada por el Ejecutivo.
Comunicado
Este comunicado, calificado de «autoritario» por el macrismo, ha exacerbado las tensiones internas y ha generado un malhumor generalizado dentro del partido. Gobernadores como Ignacio Torres y Rogelio Frigerio, legisladores como Diego Santilli e intendentes como Guillermo Montenegro han expresado su fastidio con la cúpula del PRO y con la conducción partidaria desde Cumelén, el refugio patagónico de Mauricio Macri.
El pase de Valenzuela también ha puesto en evidencia las diferencias estratégicas dentro del PRO. Mientras algunos dirigentes, como Patricia Bullrich, han considerado la posibilidad de unirse a La Libertad Avanza, otros, como Karina Milei, la influyente hermana presidencial, han preferido mantener una postura más cautelosa. Esta división interna ha generado un clima de incertidumbre y ha puesto en riesgo la cohesión del partido.
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