(Fuente: Diario La Mañana de Neuquén) – El balance de 2024 deja un panorama claro: los precios de los productos energéticos lideraron el ranking de incrementos entre las categorías medidas por el Indec. El rubro “vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles” registró un aumento interanual del 276% según el reporte de noviembre, pero dentro de la subcategoría “electricidad, gas y combustibles”, los números son aún más impactantes, alcanzando un 416% en GBA y 447% en la Patagonia.
El gas natural se posicionó como el servicio con mayor suba, registrando un alza del 531% en el AMBA según datos del IIEP, y un aumento del 51% en términos reales (ajustado por inflación), de acuerdo con la consultora Economía & Energía. Este ajuste fue impulsado por una política de recomposición en abril, con ajustes mensuales vinculados al tipo de cambio, al estar dolarizado.
La electricidad ocupó el segundo lugar con un aumento nominal del 268% y un incremento del 34% en términos reales, según los mismos estudios. A diferencia del gas, su evolución fue más volátil: comenzó con un fuerte ajuste del 150% en febrero, pero los efectos de la inflación en pesos diluyeron parte de esa suba. Desde junio, los ajustes mensuales se estabilizaron, acompañados por una inflación más contenida.
Los mayores incrementos en luz y gas impactaron a los sectores más vulnerables, como los niveles tarifarios N2 y N3, que registraban los precios más retrasados en comparación con los usuarios del segmento N1.
En el caso de los combustibles, el panorama fue diferente. Los aumentos comenzaron en diciembre de 2023, acumulando un 125% en los primeros dos meses de 2024. Sin embargo, el resto del año los ajustes estuvieron por debajo de la inflación, resultando en una caída del 20% en términos reales.
En total, los combustibles duplicaron su precio nominal en 2024, alcanzando un 100% de aumento. Sin embargo, al incluir el último mes de 2023, el ajuste acumulado ascendió al 256%, superando los índices de inflación anual informados por el Indec.
El gas natural lideró los aumentos energéticos del 2024, seguido por la electricidad y, en último lugar, los combustibles. Mientras que los primeros dos servicios impactaron directamente en los hogares, los combustibles vieron un comportamiento más moderado en términos reales. La evolución de estos precios evidencia las diferencias en las políticas tarifarias aplicadas a cada sector.