Bien es sabido que el encierro y el aislamiento de Gran Hermano potencian las emociones y generan diferentes sensaciones que muchas veces terminan en roces, discusiones, romances y también en ataques de llanto. Y a tan solo 4 días del comienzo del reality algo de eso ya sucedió con una de las concursantes.
Tal como se vio en Dgo, Keila sufrió un ataque de ansiedad por lo cual debió ser atendida en el confesionario por profesionales a fin de calmarla. Y si bien lo que sucedió puertas adentro no se transmitió sí fue ella quien explicó: «Es algo que necesito tratarlo en el psicólogo, lo del aislamiento del hotel influyó mucho en mí, ahí me apagué y me deprimí».
Por supuesto, a raíz de ese episodio de la joven de Tigre que fue la primera en entrar al formato, la casa se mostró revolucionada e incluso fue centro de conversación entre algunos de ellos. Y ese fue el caso de Luca y Tato quienes en medio de una charla que mantenían en el jardín opinaron de su compañera.
“Para mi Keila no está jugando a nada y está todo el tiempo llorando», lanzó el más chico del reality. A lo que Santiago Algorta acotó: «Para mi es sensible de verdad pero vino a hacer ese papel de ‘¡ay ay!». Retomando, Figurelli sumó: «Te das cuenta por las palabras que dice, eso que dijo de Tucumán, su juego es hacerse la sonsa».
BOCHORNO EN GRAN HERMANO: LUCA Y TATO LE SACARON LA FICHA A KEILA
Asimismo, y poniendo en manifiesto su análisis en lo que va del juego y tratando de sacarle la ficha a Keila, Luca manifestó: «Está demostrando que no tiene ganas de estar acá, le dije ‘aprovecha esta oportunidad, hay mucha gente que quiere estar en tu lugar y vos estás llorando por tu familia’”.
“Todos extrañamos a nuestra familia, yo tengo 18 años y no ando llorando. Si no jugas acá, te vas a la mierda», le aconsejó el más pequeño de esta edición tratando de calmar y aconsejar a su compañera quien, sin dudas, la adrenalina y emoción del juego la sobrepasó.